AMIGOS POETAS

Bordes, de Mariela Perpetua

Los bordes filosos
Los bordes suaves
Compiten cada uno a su manera.

Sutilmente unos
Groseramente otros.
Se encuentran en una esquina cualquiera
Ni suave ni filosa
Una esquina intermedia
Neutral como dicen.

Se miden
Se observan
Se preparan
Silenciosos
Para el ataque
O la defensa.

Los bordes filosos apuntan
Certeros, precisos, directos.

Los borde suaves eluden
Escurridizos, volátiles, caprichosos.

En la batalla se mezclan
Se funden, transmutan.

Los suaves en filosos
Los filosos en suaves
Y viceversa.

Y una figura extraña
Casi como la esquina
Crece en la ciudad desierta.

Gratitud de Oliverio Girondo

Gracias
aroma azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa,
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.

Nadie podrá dar los pasos que realmente te corresponden.
Trigueirinho

NADIE fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.

León Felipe. Antología Rota